PARASHAT VAERA

 

PALABRAS SABIAS Y SAGRADAS DEL GRAN RABINO Y TZADIK, RAV ELIEZER BERLAND SHELITA, desde Jerusalem      

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Nota del traductor: La intención de nuestros artículos es dar al lector el conocimiento verdadero del tema de que se habla y al mismo tiempo  despertar en el lector deseos de tener parte de lo estudiado, lo que se transformará en rezos en los cuales pedirá ayuda del cielo para llegar a este nivel. Pero no se intenta que el lector cambie repentinamente a lo escrito, sino que tome conciencia y busque cómo cumplir algo de lo dicho aquí por nuestro rabino.

¨Pero ellos no escucharon a Moshé a causa de la falta de aliento y el duro trabajo¨,  (Shemot 6, 9)

   La gente se equivoca. La persona cree que para obtener su salvación y suavizar los sufrimientos que tiene, necesita hacer un trabajo muy esforzoso y muy grande y además ayunar etc.

   Cuando Moshé Ravenu llegó a Egipto y dijo a los sabios y ancianos del pueblo de Israel: ¨Mis estimados señores, D´os se me ha revelado y me ha dicho, pronto empezará la gueulá, la redención de la esclavitud y de Egipto, por eso empiecen a alegrarse: canten, bailen y empiecen a festejar. Traigan música y canten lindas melodías. Empiecen a cantar las canciones de la libertad. Sin embargo en el versículo nos dicen que ellos no escucharon a Moshe. ¿Por qué? Por causa de la falta de aliento y el duro trabajo. ¿Qué nos enseña la Torá con esa respuesta? ¿Acaso que la persona que trabaja duro no puede escuchar?

   Rabi Najman nos explica el significado del versículo que dice que por falta de aliento no escucharon a Moshé así: La verdadera razón que no escucharon es porque tenían poca Emuná, y por eso les faltaba el aliento, ya que al que le falta aliento le falta Emuná y al que le falta Emuná  le falta el aliento. Por esa misma razón hay gente que cree que necesitan trabajar duro o hacer ayunos para conseguir la salvación. Pero en verdad es porque les falta Emuná, entonces creen que deben servir a Hashem con mucho esfuerzo  y ayunos etc.

   El gran rabino Elimelej de Lisank dice en su libro ¨Noam Elimelej¨ que la discusión que hubo entre los sabios y Tzadikim de esa generación con Moshé fue que Moshé les dijo que paren de ayunar y que dejen de mortificarse, y que empiecen a alegrarse, cantando y tocando melodías que levanten el ánimo. La verdad es que desde un principio de la esclavitud los Tzadikim y el pueblo de Israel no se quedaron quietos ni guardaron silencio. Ellos organizaron ayunos y se sentaron en el piso a llorar y lamentarse por el sufrimiento en el que se encontraban. Cuando llegó Moshé y les dice: ¨Perdón pero ese no es el camino. Ustedes están equivocados. Si quieren, sigan ayunando y afligiéndose, pero así no traerán la gueulá. Ya llevan muchos años así y cada día se renuevan decretos contra el pueblo de Israel. Los hijos varones son tirados y ahogados en el rio Nilo y además hay todo tipo de torturas. Las plegarias y los  gritos que rogaban para que llegara la redención estaban presentes en todo momento. Igual así, todos estos años Uds. Se mortifican y ayunan y no han podido traer la redención. La gueulá llegará sólo con la alegría. Lo atacaron y le dijeron: ¨Tú nos vienes a ofrecer un nuevo camino para servir a D´os? Tú quieres quitarnos nuestra tradición de ayunos y aflicciones que por siglos hemos hecho?¨.

   Por eso el versículo dice ellos no escucharon a Moshé por falta de aliento y trabajo duro. Falta de aliento, por su desilusión que tenían de tantos años que pasaron en la esclavitud y trabajos duros en el servicio de Hashem como ayunos, u otras formas de mortificarse. Por ello, no podían empezar de nuevo pues ya no tenían la esperanza que llegara la gueulá. Moshé les decía que llegó la hora de servir a Hashem con alegría y que sólo así se puede quebrantar las Klipot y las fuerzas del mal que impiden que haya Kedushá, y así se iba a revelar la gueulá. Explica el rab Elimelej, que los Tzadikim que buscan trabajos duros como ayunos y otras aflicciones son almas muy elevadas, pero no tienen la comprensión y el entendimiento que tienen los Tzadikim que derivan de Moshé, ya que el Tzadik verdadero puede anular todos los decretos malos y cancelar todos los veredictos negativos que tiene el pueblo de Israel sin ningún esfuerzo, tanto en forma general como e forma personal de cada yeudí. Y no necesita mortificarse, ni sufrir, puesto que él anula todo, con cantos y alabanzas al Creador.

   Como dijimos al principio, el mundo está errado y no conoce este camino. El gran Tzadik Bal Shem tov, fundador de la jasidut, alejó y canceló totalmente el servicio a Hashem con sufrimiento y ayunos, pero aún así, la mayoría no creía ni cree hoy en día que podemos salir de todo problema o sufrimiento con el mejor remedio, que es la felicidad y alegría.

   Hay distintos niveles de Kedushá en los seres humanos: Algunos están en el primer nivel que son aquellos que viven sólo en el presente y están contentos con la realidad y siempre están felices. Otros alcanzan el segundo nivel con el estudio de la Torá, cumpliendo las leyes y las mitzvot. Pero primero hay que tener el primer nivel para poder subir al segundo. En el primer nivel hay que aprender cómo vivir con el presente, cómo estar contento, y cómo estar en cada minuto feliz con el presente sin pensar nada del pasado o del futuro. Tú estás ahora vivo, sano, alégrate y agradece. Olvídate del pasado y no pienses en el futuro, como está dicho: ¨Quien es el rico, el que está contento con lo que tiene¨. Aprovecha cada minuto que estás bien. Tienes sed, tómate un té. ¿Qué te falta? Tienes hambre, cómete un sandwich. Siéntete siempre alegre y no te preocupes por lo que te pasó o por lo que te va a pasar. Tú no te detengas. Continúa con felicidad así te llegará todo lo que necesitas. Si tú, estas contento con lo que tienes, se cumplirá en ti el dicho anterior, y serás feliz y te llegarán todas las soluciones y bendiciones.

   La prueba de un judío en este mundo es estar siempre feliz. Esa es la prueba principal. Cada persona tiene que pasar muchas pruebas en bajadas y en subidas hasta el final de su vida. Pero para lo que más tiene que esforzarse un judío es estar siempre contento tanto en tiempos de subidas como en tiempos de bajadas.

   Hay un cuento muy impresionante. Está escrito en el libro ¨Cojvei Or¨, sobre un hombre que estaba escarbando la tierra y encontró un diamante que vale millones. Él creía que era sólo un pedazo de vidrio. Pero vino alguien y le dijo: ¨Eso es un diamante que vale una fortuna. Pero aquí en nuestro pueblo no hay nadie que lo pueda comprar ni tampoco en nuestro país hay alguien que tenga suficiente dinero para pagarte lo que vale este diamante¨. El dichoso hombre decidió irse a la ciudad de Londres. Vendió su casa y todos los trapos y los muebles rotos que tenía y con eso sólo pudo llegar hasta el puerto. Cuando llegó al puerto se encontró con un capitán de un barco qué le preguntó que hacía por allí. Este le contó que tiene una piedra preciosa y se la mostró. El capitán se impresionó mucho y le dijo: ¨Si tienes una piedra así, súbete a mi barco inmediatamente y no necesitas pagarme y le arregló una pieza de primera clase con sus tres comidas al día. Durante los días que estaban navegando, el hombre sacaba el diamante y lo admiraba. Un día, después de haber desayunado, contempló el diamante y se quedó dormido por unos minutos. En eso entró el camarero y sacudió el mantel por la ventana y tiró  todo lo que estaba en la mesa al mar. Cuando el hombre se despertó y vio que no estaba el diamante en la mesa y tampoco el mantel, se puso blanco y casi se desmayó. Se dijo a sí mismo, si el capitán sabe lo que pasó me tirará al mar detrás del diamante. Entonces el judío tomó una decisión de esforzarse con todo su ser para estar alegre. Se esforzó con todo su ser para sonreírse y justo entonces llegó el capitán a visitarlo. El yeudí le sonrió con todo su ser y empezó a reírse y a bailar y hacía todo tipo de movimientos con las manos de alegría y así de verdad se volvió muy contento. Al verlo así el capitán que por primera vez lo había visto tan contento. En verdad el yeudí sabía que no podría aguantar mucho rato aparentando la alegría y pronto su corazón volverá a palpitar fuerte de miedo que el capitán lo tire al mar. Pero el capitán al verlo tan alegre le dio ganas de hacer un negocio con él y le dijo: ¨Todo el mundo cree que yo soy un pirata y contrabandista. Cuando yo llego a Londres todos vienen a interrogarme e inspeccionan toda la mercancía para ver si es robada. Por eso, tú que eres un yeudí misericordioso, ten piedad de mí. Toda la mercancía y todo el oro y los diamantes que tengo en el barco los anotaremos a nombre tuyo. Confío en ti porque tú eres un gran negociante, muy afortunado. Por eso tienes un diamante muy valioso¨. Antes de llegar a Londres el capitán se sintió muy mal y le dio un infarto al corazón y toda la mercancía y todo el oro y todo lo que había en el barco pasaron a ser propiedad del Yeudí.

   Rabeinu Najman reveló un nuevo entendimiento en la vida. Algo totalmente nuevo. Que sepan que no hay desespero en este mundo. No existe perder la esperanza. En cualquier situación aún siendo en una tremenda tragedia o en una crisis muy grande, si la persona se aguanta cinco minutos con alegría y se pone a bailar y a cantar en ese mismo momento transforma todo para bien.

   Hay que llegar a la casa siempre con una sonrisa. Siempre llegar a la casa con alegría. En la casa no tienen que saber que tú estás en problemas o en una crisis. Si no puedes alegrarte antes de entrar a tu casa siéntate en algún lado o en las escaleras y empieza a hacer movimientos de felicidad. Entrénate y practica y luego entra a tu casa con una sonrisa y una cara que alumbra.

   Si la persona se puede aguantar y estar alegre aunque la situación no sea alegre, puede tener el mérito de que se le cumplan todos los milagros que hay en el mundo. El esfuerzo principal que la persona tiene que hacer es estar alegre. Con todas sus fuerzas y todo su ser y con todo sacrificio y decir todo el tiempo: ¨Todo es para bien¨. Esa es la prueba de nosotros: Decir siempre que todo es para bien. Así saldremos de todos nuestros dolores y sufrimiento y veremos de verdad milagros y maravillas. Recuerda siempre que debes estar alegre y feliz, cantar y agradecer a Hashem siempre, antes de que llegue otro percance. No hay que esperar a que lleguen contratiempos y después salvarse de los problemas. Sino que inmediatamente  que sales de algún percance estas obligado a agradecer y cantar y traer un sacrificio de agradecimiento, En fin siempre hay que estar feliz. Alegrarse cantándole a Hashem todo el tiempo. Conocer la grandiosidad de Hashem. Agradecer por cada respiro como dice el versículo: ¨Kol ha neshamá tehalel ka¨´. No leas Neshamá sino neshimá que significa respiro. En cada respiro alaba Di`s. Estás respirando ponte alegre. Por cada respiro hay que agradecer y cantar. No esperes a que llegue algo malo para empezar a agradecer. Ya que si estás alegre y cantándole a Hashem, agradeciéndole, no llegarán a ti sufrimientos y dolores.

   Lo más importante es no estar triste ni siquiera un segundo. Ya que no hay ninguna razón para estar triste. Hay que creer que todo Yeudí puede llegar a lo mejor tanto material como espiritual. Cada vez que tienes una atzlajá, un éxito en este mundo es una oportunidad para reconocer y alegrarse que Hashem no nos hizo Goy y nos hizo Yeudïm. Por ejemplo, Bendito sea que me dio el mérito de cuidar Shabat, que tengo el mérito de ponerme lo Tefilín, que puedo rezar. Eso es como si hubieras encontrado un diamante que vale millones. Todo el tiempo tienes que atraer la alegría y tenerla presente constantemente. Alegría sin fin. Si no tienes ninguna razón para alegrarte, alégrate de que eres una creación de Hashem. Esa es la alegría más grande como dice el versículo: ¨Alégrate Israel de tu Creador, hijos de Tzión bailen con su Rey. Gozaremos  con Hashem que nos creó y somos su pueblo y su rebaño¨. Hashem nos creó en Su honor como dice el versículo: ¨Bendito sea nuestro Di`s que nos creó para Su honor y nos separó de los errados¨. ¨Otra vez festejaremos que el Todopoderoso nos creó¨. Rezaremos para que todo el mundo vea que el alma secreta de todo yeudí es la Torá y la Tefilá, el rezo. Y Hashem al vernos felices junto a Él cancelará todos los malos decretos, todos los sufrimientos. Entonces ¡qué esperas!, empieza a alegrarte de Hashem y con Hashem. Con Hashem tú puedes verdaderamente alegrarte ya que Él vive y existe. Él es infinito. Hashem te ama. Hashem te creó. Hashem cree en ti. Hashem recibe tu Teshuvá. Hashem nunca te dejará. Él te dará todo.

 

Agradecemos y bendecimos por mërito de Rabi Najman a: Rav Eliezer Berland Shelita y a toda su familia. Refuá Shelemá a Manfred ben Sima, Yejiel Mijel ben Perl Mirel Braidel, Shmuel Isik ben Yafa, Nisim ben Simja, Eliahu ben Aviva. Agradecemos a la familia Dayan por su gran estímulo. Shabat Shalom

 

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